miércoles, 31 de julio de 2013

Se busca

Apareció hace algunos años,
no recuerdo el cómo,
el dónde,
ni con quién,
ni siquiera el por qué,
si os soy sincera
todo eso me parece superfluo,
porque pude contemplar el horizonte
entre el cielo y el infierno
en sus caderas.

Desde entonces se encuentra
en mis versos más sinceros
y en algunos sueños.

Siempre vuelve,
sin saberlo claro,
como una rara obsesión,
como un boomerang imaginario,
para dejar por tierra y en pedazos
mis corazas,
y claro siempre han dicho
que lo del suelo no se toca.

Tiene el pelo negro,
los ojos azules,
la piel de arena
y todo un mar
entre las piernas.

Tengo un paraíso forjado
y mil atardeceres
por si se le ocurre
buscarme un día.
Ha destrozado
tantos corazones
como vidas.

Podría decir
que daría vida y media
y dos rosales
por una noche en su espalda,
pero lo cierto
es que
señoras y señores
prefiero todas sus mañanas.

Lo peor es que
aún no sé
en que lado de cama duerme.

jueves, 25 de julio de 2013

Vuelvo a verte

Te miro
y se me mueve el mundo por dentro,
rompen a volar
cien mil mariposas
en las palmas de mis manos.
Te miro
y siento suspirar al universo
dentro de mi pecho.
Me miras,
y la vida se me encoge,
me rompes en pedazos
y los unes de una forma más bonita,
¡Cómo si no tuviera ya bastante
con mirarte!
Sonríes,
y no por mí,
pero da igual,
porque incendias toda la ciudad
y yo lluevo por dentro.
Miras,
y me ves,
te miro.

Te miro
y sé
que no quiero volver a verte.

jueves, 4 de julio de 2013

Flores o piedras

                                                                        "Si quieres quererme,
                                                                         voy a dejarme querer.
                                                                         Si quieres odiarme
                                                                         no me tengas piedad."
                                                                                       Joaquín Sabina

Me golpeas en el pecho,
como queriendo volver,
sin saber que golpeas desde dentro,
porque yo aún no he sido capaz
de dejarte marchar.

Lanzas la piedra,
me llenas de cicatrices,
y luego zarandeas los brazos
como señal de inocencia
y señalas a mi imaginación.

Vuelves sin volver,
volviendo.
Matando un poco,
y no me atrevo a decirte
que: del todo
o
del todo.

Y si alguna vez
decides decir la verdad,
tirar la piedra
abrazarme
y que cicatrice,
ya sabes
que puedo parar el tiempo,
tirar las penas por la ventana,
echar a volar
soñar bonito.

Pero si no,
desaparece,
guarda las manos
deja las piedras,
y comienza a recoger flores.







lunes, 1 de julio de 2013

Eres el verso más bonito de todos lo poemas

Va por su camino
sin importarle las piedras,
dejando flores muertas,
amores desgarrados,
a su paso.

Más musa que nadie,
y lo sabe.

Va como dejando regalos abiertos
y desmenuzados,
astillando corazones.

Con los ojos de un azul
por el que el cielo llora en abril.
Y un pelo tan negro
como el abismo
por el que tantos amores precipita.

Es el verso más bonito
de todos los poemas.
La canción más hermosa de Sabina,
y las 500 noches de todos los poetas.

Cada sábado noche vuela
por el mismo paraíso,
descarrilando otras vidas.

Tiene una sonrisa
que es un problema para los lingüistas,
y una copa más para quien se atreve a mirarla.

A cada paso se enamora de sí,
pero no tiene la culpa.