pero encuentro mi hogar en su cara.
Y me late el corazón por las paredes.
Y siento crecer las mariposas
una
a
una
si me mira.
No nos conocemos
pero es primavera
y la besaría una vez por cada flor
todos lo días.
No nos conocemos,
y a mí se me desordenan las entrañas
si la veo pasar.
Y yo ya no sé.
No nos conocemos
pero los domingos
serían un poco más viernes,
y los lunes, cualquier festivo,
debajo de su ropa.